Lectores..

miércoles, 17 de agosto de 2016

Las consecuencias de una despedida

Siento un nudo permanente en la garganta y sin embargo fingo que estoy bien. Quiero que sepas amor, que me he convertido en buena actriz, durante el día plasmo en mi cara una gran sonrisa, río cuando me hablan de ti e incluso llego a decirles que espero que te vaya bien en la vida. Sin embargo, las palabras que burbujean ansiosas por salir de mi garganta me delatan cuando me miran a los ojos; estoy sofocada de tanta gente preguntándome si estoy bien, diciendo que no es el fin del mundo, pero no entienden, para mi el mundo eras tú, y ahora que no estás ya no sale el sol por las mañanas.
Durante la noche dejo de fingir, me paso la noche rememorando los mejores momentos de mi vida que viví contigo; no puedo evitar preguntarme cómo es que las cosas salieron tan mal. A donde sea que voy me persigue el fantasma de lo que fuimos.
Quiero pedirte que vuelvas, repaso en mi mente una y otra vez lo que quiero decirte, sin embargo no lo hago. Quiero que seas feliz aún si no es conmigo.
Una vez me dijeron que extrañar es el precio que se paga por haber vivido recuerdos inolvidables; te extraño, pero ya no puedo pagar con mi alma la deuda que dejó nuestro amor en el camino.

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